Las hormigas están trabajando como parte de sus colonias, las abejas están construyendo colmenas y los mosquitos están esperando para picar a la persona que menos lo espera. Pero… ¿cómo se comportan estas plagas bajo la lluvia?
Al igual que con los seres humanos, la lluvia puede jugar un papel importante para las plagas que viven en hábitats naturales. Por ejemplo, hay muchos tipos de insectos que viven bajo tierra, que se inundarán en caso de fuertes lluvias. Estas plagas tendrían que escapar y encontrar un nuevo refugio en terrenos más altos. La hormiga es conocida por construir un sistema de túneles, pero si llega una lluvia fuerte, el suelo se empapa y las hormigas se ponen en peligro. Sus túneles se llenan de agua o la lluvia hace que el suelo sobre ellos se derrumbe con todo el peso y la humedad.
Por lo general, las hormigas buscan zonas secas, preferiblemente con mucha comida cerca, como tu casa. No sólo las hormigas se sienten atraídas por los hogares cálidos y secos, sino también ratas y ratones.
A las plagas como las tijeretas o la cochinilla de la humedad les encantan las zonas oscuras y húmedas. También pueden buscar refugio dentro o cerca de tu casa cuando se moja demasiado. Aunque les encantan los ambientes húmedos, demasiada agua los ahuyenta.
Hay algunas plagas a quienes les encanta la lluvia, y prosperan en ambientes lluviosos. En ciertas plagas, casi garantiza la cría. Como en el caso de los mosquitos, quienes se reproducen mejor cuantos mas charcos de agua estancada encuentren. Estos insectos necesitan agua estancada para poner huevos, pero no necesitan mucho para satisfacer esta necesidad específica. Después de la lluvia, cualquier tipo de charco funcionará. Otros lugares para la puesta de huevos son las canaletas obstruidas, las macetas y los neumáticos acumulados.
Las pulgas y garrapatas también prosperan en ambientes lluviosos. Se reproducen mucho más rápido en lugares cálidos y húmedos. Bajo las condiciones adecuadas, sus poblaciones pueden aumentar drásticamente, lo que las convierte en sorpresas inesperadas cuando los dueños y sus mascotas salen al exterior.
No hace falta mucho para que los insectos y roedores encuentren un lugar para vivir sin el adecuado control de plagas. La más pequeña de las rajas o agujeros en una pared, hasta una abertura en nuestro tejado, constituyen
una puerta de entrada improvisada para todas las formas de vida que buscan un lugar más cálido y seco que el exterior. Una vez dentro, estas plagas hacen un nido y marcan su territorio, donde no tienen que viajar muy lejos para encontrar comida. Además de eso, hay muchos lugares dentro de tu casa donde pueden esconderse e intentar vivir.
Por eso, es muy importante proteger los alimentos, para que ninguna plaga tenga acceso a ellos. Asegúrate de cerrar cualquier bolsa una vez abierta, mantén las botellas de bebidas cerradas y no descuides la limpieza diaria.