Hay varios factores ambientales y climáticos que afectan a los edificios, sobre todo a los edificios históricos o antiguos, pero también hay una especie de animal que ocasiona muchos daños a los edificios y personas: las palomas.
Estos animales, más allá de tener un comportamiento pasivo, generan una gran cantidad de suciedad, corrosión, erosión de la piedra, bacterias, obstrucciones de canalones y propagan la aparición de plagas de insectos y enfermedades (para las personas que trabajan o viven dentro de los edificios).
De esta forma, los edificios en los que suelen posarse las palomas durante el día y la tarde sufren un deterioro progresivo causado por la plaga de palomas. Estos daños ocasionados van más allá de un aspecto de suciedad, ya que incluso puede acabar con el edificio o lo que es lo mismo, con algunas partes estructurales del mismo.
El daño que pueden ocasionar a los edificios es tanto que incluso la Comisión de Medio Ambiente de un Grupo de Ciudades Patrimonio de la humanidad, ha comenzado un servicio de control de palomas para evitar que dañen en exceso cualquier edificio histórico.
El motivo por el que el principal “objetivo” de las palomas son los edificios históricos se debe a que estos tienen características de construcción únicas y grandes oquedades que suelen resultarles muy cómodas para anidar, aunque está claro que también lo hacen en edificios modernos.
Por su parte, los excrementos de las palomas afectan directamente la fachada de estos hermosos edificios históricos, pero el verdadero problema es que corroen el metal y la piedra caliza al estar expuestos a las sustancias químicas que son muy corrosivas, tales como: nitratos, sulfatos, ácido úrico, sulfitos, fosfórito, los cuales tienen facilidad para dañar las superficies sobre las que se encuentran.
La alteración estética causada por la suciedad es mucho peor de lo que muchas personas se imaginan, ya que no solo manchan con sus excrementos, también se pueden ver plumas, nidos e incluso cadáveres; y todo eso favorece la aparición de hongos, bacterias, causan humedades y pueden tapar desagües, solo por mencionar algunos de los impactos que tienen sobre los edificios.
Todos estos problemas han ocasionado que muchas ciudades se tomen muy enserio el problema de las palomas, como es el caso de Barcelona, en donde decidieron capturar a casi todas las palomas urbanas para su exterminio, ya que la población de estas aves había aumentado drásticamente en los últimos años. El último reporte oficial indicaba que habían alrededor de 100,000 palomas en Barcelona.
Antes de terminar, hay que dejar claro que no solo representan un peligro para los edificios de las grandes ciudades, sino que tambien son portadoras de más de 40 enfermedades entre las cuales podemos destacar algunas como la salmonella, ornitosis, psitacosis, histoplasmosis, criptococosis, y muchas otras enfermedades que son ocasionadas por los microorganismos que hay en sus plumas y en sus excrementos. Además de que pueden ocasionar fiebre, dolores de cabeza, malestares respiratorios, erupciones en la piel, neumonía, etc…
Toda esta suciedad y daños que ocasionan han causado que algunos les llamen ratas voladoras.