Hoy vamos a hablar sobre un accesorio imprescindible para cualquier amante de los paseos por el campo, excursiones y todo lo que tenga que ver con disfrutar del exterior: Los sprays antiinsectos.
Sin ellos, un viaje, un picnic o incluso una caminata por el parque se convierte en una experiencia molesta, dolorosa y que puede dejarnos con picaduras que durarán días.
Para algo que muchos usamos tan a menudo, muchas personas no saben qué contienen ni cómo actúan. ¿De qué está hecho? ¿Cómo funciona el sistema? ¿Existe alguna manera de hacerlo más efectivo?
Funcionamiento de un repelente de insectos para personas
La mayoría de los insecticidas que se aplican al cuerpo de las personas son técnicamente repelentes de insectos, no insecticidas. Esto significa que no mata a los insectos, sólo los mantiene alejados de ti. La mayoría de los insecticidas logran este objetivo principalmente disfrazando el olor que desprendemos todos los humanos.
Tu cuerpo produce naturalmente dióxido de carbono a través de la respiración, los poros y el sudor. Los mosquitos y otros insectos evolucionaron para detectar y rastrear el dióxido de carbono para encontrar a sus victimas. Los productos químicos del repelente cubren el «olor» del dióxido de carbono, por lo que los insectos no pueden encontrarte. Además de cubrir tu aroma, la mayoría de los repelentes tienen un olor que resulta repulsivo a los insectos, lo que los disuade de acercarse.
Contenido de estos sprays
Los aerosoles para insectos consisten principalmente en una dosis presurizada y concentrada de su ingrediente activo. El ingrediente activo en el insecticida es el químico que enmascara el olor del dióxido de carbono y repele a los insectos. Hay una serie de productos químicos sintéticos y naturales que se utilizan comúnmente como ingrediente activo en los repelentes.
Los principios activos mas frecuentes en este tipo de productos son:
- DEET: Es uno de los más potentes. Es un químico sintético incoloro y resistente al agua. En España no se vende en todas las tiendas pero se pueden conseguir en algunas.
- Nepeta cataria: Se utiliza un extracto de esta planta, conocida como «hierba de los gatos».
- Aceite de citronela: Extraído de las hojas y tallos de algunas plantas que la contienen.
- IR3535: Un repelente muy usado durante años, ahora la patente la tiene una empresa alemana por lo que se encuentra menos en tiendas.
- Icaridina: También conocida como picardina, es un ingrediente químico sintético que se encuentra en las plantas que producen pimienta negra.
Es vital utilizar sólo repelentes de insectos autorizados para su comercialización a particulares y leer el prospecto. Es importante tener especial atención en la aplicación en niños.
Riesgos
Es un producto químico de control de plagas y se aplica directamente sobre la piel. El DEET, en particular, ha sido objeto de considerable controversia por su potencial toxicidad. El DEET es considerado una sustancia química tóxica de «categoría 3», lo que significa que es «ligeramente tóxica». El uso excesivo o prolongado de DEET puede causar erupciones cutáneas, ampollas e irritación de la piel y las membranas mucosas. Por ello, se suelen vender repelentes de insectos con principios activos menos controvertidos y naturales.
Cómo utilizarlos de forma segura
No apliques el aerosol con más frecuencia o más cantidad de lo indicado. Contrariamente a la creencia popular, no es necesario aplicar el repelente directamente sobre la piel para que funcione. Puedes aplicarlo a la piel que está expuesta naturalmente, pero no apliques debajo de la ropa. Rociar sobre la ropa es igual de efectivo y minimiza la exposición a los productos químicos.
No apliques el repelente en la cara, los ojos, las manos, los oídos o la boca. Evita rociar sobre cualquier herida, solo en piel sana. Si accidentalmente aplicas insecticida a una herida abierta, lávala inmediatamente. Sólo se deben aplicar al aire libre y no se debe inhalar el aerosol durante o después de su aplicación.
Por último, pero no menos importante: no uses repelente cuando no sea necesario.