Tan pronto como tu o tu empresa empiece a acumular grandes cantidades de alimentos en un solo lugar, las plagas siempre se convertirán en un problema. Vamos a ver los problemas de plagas que tienen las granjas y graneros.
Plagas en almacenes de grano o pienso
Un buen profesional no se limita a aplicar rodenticidas en la granja. También se realizan monitoreos para mantener los almacenes de granos a prueba de plagas. Este tipo de dispositivos detectan la presencia de un roedor para alertar a los responsables y que así se puedan tomar medidas correctivas a tiempo.
Algunas personas pueden pensar que se trata de una tarea imposible, pero si se mejora un poco en cada visita, pronto se llega a un entorno hostil para los roedores.
Visitas a las instalaciones
Luego está la cuestión de la frecuencia de las visitas. Diferentes empresas siguen diferentes procedimientos.
En este tipo de ambientes es primordial establecer un calendario de visitas periódicas para revisar el plan de tratamiento y ajustarlo a las necesidades que se estén dando en ese momento, normalmente relacionadas con la temperatura y humedad que estén habiendo en cada estación del año.
Uso responsable de biocidas
Resulta fundamental el control de roedores, además de por los daños económicos, porque pueden llegar a ser vectores de enfermedades. Los productos raticidas, lo que los técnicos llaman rodenticidas, están fundamentalmente formulados a base de anticoagulantes que llevan a los roedores a la muerte por hemorragia interna.
Son técnicas del control de plagas, pensadas para que los animales, con sus estrategias de supervivencia, no relacionen, al menos de forma rápida, la ingestión de un producto y la muerte instantánea de sus congéneres, ya que si no son aceptados no realizan su función. De ahí que se llamen de acción retardada, lo que los hace especialmente interesantes y los más utilizados actualmente.
El modo de acción de estos productos es muy similar a los anticoagulantes utilizados en el ámbito sanitario para las personas, por lo que un facultativo que observe en una analítica de sangre parámetros de anticoagulación, máxime en unos jóvenes como en este caso, si no están en tratamiento anticoagulante, piensa en intoxicaciones como ésta.
Afortunadamente existen antídotos, como la vitamina k, que permiten revertir, si es a tiempo, esta situación. Estos productos rodenticidas, deben ser bien identificados por su etiqueta y suelen ser en su mayoría solo apto para uso profesional, por lo que es necesario estar en posesión de un carnet especial.
La Unión Europea está trabajando en la búsqueda de productos menos peligrosos y con una eficacia similar a éstos, para sustituirlos, pero no es tarea fácil, de momento no puede hacerse sin riesgos para la salud pública derivados de las plagas, por lo que han decidido recientemente prolongar su uso, al menos hasta 2024.
Como precauciones adicionales, estos productos deben llevar obligatoriamente un agente repelente, normalmente un amargante y un colorante para generar rechazo en su consumo.